Monday 12 April 2010

Sexo, género y orientación sexual. ¿algo biológico o ambiental?

Todos los animales nos dividimos en dos sexos; el masculino y el femenino. Esta distinción tiene una función biológica, la selección de los más fuertes para su reproducción y así la mayor adaptación de los seres vivos al medio.

En las personas esto también ocurre pero, aunque el sexo se decida por el simple hecho el nacer con cromosomas XX o XY, el género (masculino o femenino) y la orientación sexual (ya sea homosexual, heterosexual o bisexual) en nosotros no tiene por qué ser el “por defecto” de nuestro sexo.
Se dice que en determinados animales también existe esta “inconcordancia” pero nunca ha sido comprobado que, por ejemplo, una leona se sienta león o que se sienta atraída por otras leonas. Por lo tanto me ceñiré a lo humano.

Se cree que está en la naturaleza de las personas, en los genes, en la educación, en las experiencias vitales… Pero nadie sabe a ciencia cierta el por qué.

He leído diferentes estudios (estadísticos la mayoría) en los que se dan diferentes posibles factores:


En el caso de los hombres homosexuales (gays) hay estudios que dicen que generalmente son los hermanos menores de otro varón. Esta teoría se consolida al haber descubierto que las mujeres, al estar embarazadas de hombres, cada vez son más resistentes a la testosterona, por lo tanto esto afectaría al siguiente embarazo. Esto afecta al feto llegándole menos dosis de esta hormona y, al parecer, se ha observado que es más probable su homosexualidad.
En las mujeres homosexuales se cree que sucede algo parecido pero al revés. Estadísticamente son hermanas mayores o primeras hijas y los niveles de testosterona durante el embarazo son altos.
Se dice que esto puede ser comprobado mediante la longitud de los dedos anular e índice.
[En la primera mano empezando por la izquierda pone alta feminidad, fertilidad, mayor posibilidad de padecer cancer y de ser diestro. En la del medio pone la mayor parte de las mujeres, osea, lo normal y en la última pone autismo, homosexualidad, masculinidad e irratibilidad.]


Existe también la teoría genética. Se empezó a investigar sobre ello pues la mayor parte de los hermanos gemelos (incluso los separados al nacer) que son homosexuales, lo son ambos. Eso desacredita las teorías ambientales y educativas. Por lo tanto, nos quedan la anterior nombrada de durante el embarazo y la genética. ¿Es la homosexualidad hederitaria de algún modo? Esa teoría es prácticamente imposible. Así pues nos queda la de la testosterona y, si es así, ¿en qué afecta la testosterona al feto?
La testosterona durante el embarazo tiene una influencia muy importante en la formación del cerebro del feto. Según esta teoría, si un feto masculino recibe una cantidad insuficiente de testosterona, corre el riesgo de tener en su edad adulta una predisposición femenina. Por el contrario, si a un feto femenino le llega un exceso de hormonas masculinas, se dará más adelante un comportamiento viril.
En los años 60 un doctor de la Alemania del Este, Gunter Dörner comenzó una serie de experimentos con ratas que parecían mostrar que en el útero, el cerebro homosexual masculino secreta una hormona, llamada luteinizante, que es más típica del cerebro femenino.

Dörner, cuyos objetivos se han cuestionado a menudo porque parecía que buscaba una forma de curación de la homosexualidad, castraba ratas macho en diferentes etapas de desarrollo y las inyectaba con hormonas femeninas.


Cuanto más temprana era la castración, más probable era que desarrollara preferencias sexuales con otras ratas macho. Investigaciones en Gran Bretaña, América y Alemania han confirmado que la exposición prenatal a bajas concentraciones de testosterona aumenta la probabilidad de que un hombre sea homosexual. Los hombres con un cromosoma X extra y los hombres expuestos a hormonas femeninas en el útero tienen mayor probabilidad de ser gay o afeminados, y los chicos afeminados se convierten en gays con mayor frecuencia que otros hombres, y viceversa con las mujeres.
También se ha observado que las habilidades a las que los cerebros masculinos son generalmente buenas, en los cerebros gays son a menudo malas y viceversa. Los homosexuales son con mayor frecuencia zurdos comparados con los heterosexuales, lo cual tiene sentido debido a que la lateralidad es influenciada por las hormonas sexuales durante el desarrollo, pero tampoco se explica que los zurdos sean mejores en habilidades espaciales que los diestros. Esto solo demuestra cómo es de incompleto nuestro conocimiento sobre la interacción entre los factores que “provocan” la homosexualidad y la transexualidad.


Hasta aquí mi investigación.

Dejo un documental de youtube:

1 comment:

  1. siento que esté tan raro pero por no se qué error del HTML no me dejaba ponerlo bien =S
    Que lo disfrutes igualmente, al fin y al cabo lo importante es el contenido...

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